Las mallas son uno de los insumos médicos más utilizados actualmente. No solo la utilizamos los cirujanos, también se usa con frecuencia en procedimientos de urología, ginecología, coloproctología, neurocirugía y otras. Las mallas son utilizadas con dos fines: Cubrir un defecto en situaciones en las que el mismo tejido del paciente no es suficiente o reforzar un tejido que se ve debilitado por alguna razón.
Estas mallas pueden ser de diferentes características, tanto en cuanto a materiales, tamaños, funciones, peso y tamaño de sus poros.
Así, el cirujano que vaya a utilizarlas debe estar muy bien informado sobre su ficha técnica y conocer las ventajas y desventajas de cada una de estas, para poder explicarte todos sus pormenores.
Si llegaste a este blog, es porque posiblemente te vayan a implantar o ya tengas una malla PERMANENTE, pues son las más utilizadas en la corrección de las HERNIAS, así que aquí te explico algunas cosas importantes que debes saber.
Primero y más importante: ¡Si! la malla se quedará ahí de manera indefinida! Y eso es lo que queremos, que esta malla de un soporte a tus tejidos, para evitar que la hernia reaparezca.
¿Pero, qué problemas puede traerme?
La mayoría de las veces las mallas no causan NINGÚN problema, pues ya han sido lo suficientemente estudiadas y utilizadas, tanto que organizaciones científicas aprueban su uso en humanos. Sin embargo, por tratarse de un “cuerpo extraño” dentro de tu organismo, en ocasiones sí se pueden presentar casos de “rechazo” hacia la malla. Esto se puede presentar como enrojecimiento de la herida, emplastamiento de la piel, calor e incluso salida de líquido donde alguna vez estuvo la herida.
¿Entonces, acepto que utilicen malla en mi cirugía?
Esta respuesta depende más que de lo que yo te pueda decir, de una clara explicación por parte de tu cirujano respecto a él porque utilizar la malla, que tipo de malla y que consecuencias habría en caso de no utilizarla. En mi práctica, podría asegurar que más del 80% de los casos requieren de una malla, pues esto ha demostrado ampliamente que reduce la reaparición de hernias y mientras su selección sea adecuada para cada caso, las complicaciones a futuro serán muy bajas.
¿Cómo se siente tener una malla?
La mayoría de las veces, la malla no va a causar ningún síntoma y el postoperatorio será completamente normal. Algunos pocos pacientes pueden manifestar la sensación del cuerpo extraño sobre todo al realizar algunos movimientos y en pocos casos las mallas pueden inflamar los nervios del abdomen y causar cierto dolor. Aquí es clave poner las mallas adecuadas, del tamaño adecuado y en la posición adecuada para reducir este porcentaje de dolor crónico.
Así que, en resumen, las mallas disponibles en el mercado tienen una amplia investigación que las respalda, el cirujano debe elegir la mejor malla para tu caso de todas las disponibles en el mercado y con toda seguridad, si se realiza una técnica adecuada, tu cirugía con malla no te va a traer problemas sino beneficios a corto, mediano y largo plazo.