Los cálculos de la vesícula, también llamados “colelitiasis”, son pequeñas piedras que se forman al interior de la vesícula, que es el órgano encargado de almacenar la bilis producida en el hígado. Esta bilis será la encargada de permitir una adecuada digestión de las comidas, principalmente si se trata de comidas ricas en grasas.
Pero ¿por qué algunas personas forman estos cálculos?
Existen múltiples factores de riesgo conocidos para esta enfermedad.
Aunque puede suceder en ambos géneros, es mucho más frecuente que se vean en mujeres, principalmente a partir de los 40 años o durante su edad fértil.
Esto está explicado principalmente por un aumento en el depósito de colesterol en la bilis por los estrógenos y una alteración en la movilidad de las paredes de la vesícula por los progestágenos.
Adicionalmente una dieta “occidental” se ha encontrado ligada a la presencia de cálculos vesiculares. Esta dieta, caracterizada por un consumo rico en calorías, azúcares refinados, carnes rojas y “comida rápida o chatarra”, se ha relacionado con niveles elevados de insulina, que llevan a una secreción exagerada de colesterol hacia la bilis, llevando a que ésta se sature y de pie para el inicio de la formación de los cálculos.
Otros factores de riesgo conocidos son la obesidad y el sedentarismo. Estos están generalmente ligados a alteraciones del colesterol y los triglicéridos, y se asocian a una alteración en la movilidad de la vesícula, llevando a estasis de la bilis, que es un claro factor promotor en la producción de estos cálculos.
Finalmente, existe el factor genético, que es el responsable del 25% de los cálculos aproximadamente. Se han encontrado algunos genes relacionados con la formación y crecimiento de los cálculos y otros que pueden hacer que una persona sea más sensible a los factores ambientales y dietarios ya mencionados.